RELATOS DE VIAJES EN HUESCA AL PIRINEO ARAGONÉS
¡Hola, me llamo Anabel! Este año he ido de vacaciones Huesca, en un pueblo de Los Molinos. Era muy pequeño, pero con casas de turismo rural. Yo estuve en una de ellas y era muy bonita de piedra. Al entrar en la casa, a la derecha, estaba el cuarto de baño, recto, el comedor y a la izquierda, la cocina. Al lado de la cocina estaban las escaleras y nada mas subir las escaleras, estaba el otro cuarto de baño y en frente del lavabo mi habitación en donde dormía con mi hermana y la habitación de mis padres. También tenía una terraza que comunicaba con las habitaciones. El primer día en llegar, colocamos toda la ropa en los armarios y nos aseamos un poco y bajamos al pueblo de Aínsa a comprar la cena. Al siguiente día, fuimos a Jaca, pero como estaba bastante lejos, primero paramos en Torla, un pueblo de montaña con todas las casas de piedra y muy turístico. Cuando continuamos el viaje, al cabo de un rato, a las dos mas o menos, comimos en Broto y cuando terminamos continuamos el viaje y antes de llegar a Jaca paramos en Gavín, un pueblecito con las casas todas de piedra y enormes. Por fin, luego llegamos a Jaca, estuvimos poco rato porque era un poco tarde. A la mañana siguiente, nos fuimos a Boltaña a visitar la iglesia del casco antiguo. Estuvimos allí toda la mañana y para comer nos fuimos a Laspuña. La tarde, la pasamos en Campo, un pueblecito con muchos niños y con unas cocas muy buenas y antes de volver a casa, pasamos por Escalona, para recoger piedrecitas pequeñas del rio Cinca y poderlas pegar en un marco. Al siguiente día, el jueves, íbamos a ir a montar a caballo pero se puso a llover mucho y lo aplazamos para otro día. Entonces, aquel día, fuimos a Bielsa, un pueblo turístico cerca de Francia en donde hacia mucho frío. Por suerte llevábamos chaquetas, que si no, no se que hubiera pasado. Como se nos izo tarde, ya comimos en Bielsa y al acabar, nos dimos cuenta de que estábamos muy cerca de Francia y decidimos ir. Pasamos por el túnel largo de los Pirineos hasta llegar al valle de Francia. Después de un rato, volvimos y como ya era tarde decidimos ir ya para casa. Al próximo día, en cambio de ir para los Pirineos, es decir, para arriba, decidimos ir para bajo. Primero visitamos Morillo de Tou y su iglesia. Luego, continuamos para bajo y llegamos a la Puebla de Castro, en donde era fiesta mayor y de momento solo había banderines. Al final, se nos izo demasiado tarde y comimos casi a las tres y media en Abizanda. Cuando acabamos, visitamos el castillo y el museo sobre el castillo y tomamos el rumbo para Naval. Naval era un pueblo con artesanía y con baños de salinas. Al cabo de un rato, subimos para Lingüerre de Cinca, en donde se podía contemplar un pantano enorme con el agua muy azul. Luego ya volvimos a casa. Al siguiente día, sábado, fuimos a montar a caballo de aquella vez que lo aplazamos. Primero bajamos del pueblo para Aínsa y visitamos el casco antiguo en donde yo pude hacer un trabajo de Sociales del castillo y de las murallas de Aínsa. Después a las doce menos cuarto tiramos para el camping en donde se montaba a caballo. Terminamos a la una y veinte y comimos en un buffet libre. Después de comer, subimos al Cañón de Añisclo, que paseamos por caminos y ya pasamos allí toda la tarde hasta que ya tuvimos que volver a casa. A la mañana siguiente, ya era el último día y lo queríamos aprovechar al máximo. Decidimos ir a Saravillo a comprar queso, que estaba muy bueno y también compramos yogures. Estaban muy buenos también. Luego, después de comprar, nos dirigimos a Plan para buscar un restaurante, pero los que había no nos gustaba el menú y nos acercamos a San Juan de Plan. Allí encontramos un restaurante muy bueno y cuando acabamos, nos fuimos para Tella, pero cuando ya estábamos casi arriba del todo, a mi madre le dio miedo y tuvimos que bajar y no pudimos ni ver la cueva de los osos. Aquel día llegamos más pronto para podernos preparar la maleta y al siguiente día, ya irnos. En estas vacaciones me lo he pasado muy bien, pero la última noche yo no me quería venir, porque se estaba muy fresquito allí y todo estaba en silencio, pero por otra parte ya quería volver a casa.